¿Debería pagar los gastos universitarios de su hijo (o nieto)?

Conclusiones esenciales  

✓ Estudiar en la universidad es cada vez más un lujo.

✓ Cubrir los gastos universitarios de un hijo no debería depender solo de su situación financiera.

✓ Piense en los períodos de devolución de los préstamos y en los tipos de interés. 

¿Qué cuesta estudiar en la universidad hoy en día?

En muchos países, la universidad está convirtiéndose con rapidez en una opción “de lujo”, con el aumento de los gastos totales de los títulos de tres y cuatro años. Incluso cuando el Estado subsidia los costes directos, los gastos adicionales relacionados con ese nivel de educación afectan a las familias.

Algunos sostienen que hay otras maneras más económicas de aprender, desarrollar competencias y sentar las bases para una carrera profesional exitosa que la “lujosa” experiencia universitaria.  

No obstante, si forma parte de la agenda educativa, el coste de los estudios superiores es algo que no puede ignorarse ni evitarse. Hay que pagarlo, de una forma u otra; por ejemplo, mediante una beca, un préstamo estudiantil o la aportación de alguna persona generosa.

¿Cuánto cuesta conseguir un título?

Es imposible escapar al hecho de que estudiar en la universidad supone una suma enorme de dinero. Incluso con la ayuda del Estado en muchos países, la matrícula anual representa el grueso del gasto, pero también están el coste de la vida, que varía según la institución en la que se estudie. También está la cuestión de la pérdida de ingresos por ir a la universidad en lugar de trabajar.

Para muchos estudiantes, la única manera de cubrir esos costes es con un préstamo estudiantil que les permita pagar la matrícula y otros gastos. La cantidad varía mucho según el lugar donde se viva y estudie, y puede basarse en los ingresos de su familia.

¿Debería pagar los gastos universitarios de mi hijo?

Si tiene los medios para brindar ayuda financiera, la decisión de pagarle la matrícula a su hijo es complicada. Muchos padres y abuelos que pueden pagarla sienten que deberían hacerlo —tal vez piensen que de esa forma no dejan que su hijo o nieto inicie su vida adulta con una deuda que seguirá creciendo hasta que termine de estudiar, empiece a trabajar y comience a ganar lo suficiente como para cancelarla—.

Pero, aunque estar en una posición económica afortunada que le permita interceder y allanarle el camino parecería ser la solución obvia, quizá no sea la mejor. En gran parte depende de la rapidez con la que es probable que cancelen la deuda, si es que pueden cancelarla. Algunos préstamos estudiantiles pueden condonarse un tiempo después del vencimiento del primer pago.

Dos factores que deben tomarse en cuenta al tomar la decisión de pagar o no son los siguientes:

1. La posibilidad de que no hayan ganado lo suficiente dentro del período de devolución posterior a su graduación para pagar todo el préstamo.

2. Si ese dinero que usaría para pagar sus gastos podría crecer a una tasa que supere por mucho el tipo de interés del préstamo estudiantil.

Bien termine yendo a la universidad o, en lugar de eso, funde una empresa o viaje por el mundo, el que sepa que le ha brindado un colchón de ahorros con el cual hacer realidad sus sueños le dará tranquilidad.

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